viernes, 8 de abril de 2011

No tenemos edad

Después de más de un año de depresión por un “Zumbón” decidí, que ya estaba bien de andar de capa caída, y que volvía a la vida, o seguramente terminaría en el Freno patico más cercano (no lleve excesivamente bien la ruptura, pero eso sería ya otra historia).
Un día dos, semanas, antes de mi cumpleaños, le comente a mi hermana que siempre había querido unos patines de bota, ya que los mios eran algo así:
Apareció con unos patines de bota blancos y dorados, totalmente geniales, y todas las protecciones del mundo (casco, rodilleras, coderas y muñequeras).
Visto que soy más pato, que pato y no excesivamente buena en deporte, me apunte a clases de patinaje.
El día que fui (si, si, fui un día) TODOS, absolutamente TODOS, patinaban genial, menos una niña de 4 años, que fue con la que me pusieron.
Al principio de la clase se notaba mi pardez, pero le iba cogiendo el truco (creo que sádico del monitor también), hasta que no se le ocurre otra cosa que la nena y yo nos pongamos a hacer figuritas, la primera me salió, chuchuria pero no me salió, además que estaba contentísima porque todavía no me había caído de morros, hasta que se le ocurrió ponerme a hacer el “Angel”:
No sé que hice que me caí de culo, de entrada lo que más me dolía era el amor propio y sálvese la parte.
Al menos fueron majetes y se portaron todos bien, porque hasta se me saltaban las lágrimas, me puse otra vez a patinar y hacer giros, pero notaba el brazo izquierdo raro.
Cogí el coche para ir a casa, y cada vez que giraba el volante veía las estrellas, estuve en casa tan feliz, hasta que al día siguiente al levantarme, no podía poner el brazo derecho.
Tras vista a urgencia (que se merecía otro post) salí con una fisura de cabeza del radio, y 2 semanas de baja que se fueron aumentando cuando al ver al trauma, me dijo que de fisura nada, que tenía una rotura, así que 2 estupendos meses de baja.
Y en el mientras mi madre diciendo que era una hipocondríaca (toma, que ojo clínico).
Lo peor era irlo contado, unos se reían, otros decían pobre, otro que me dijo que si me había caído de la cama frincando, cuando lo contaba la frase siempre era la misma: “YA NO TIENES EDAD”, y la frase me parece que es para contársela a alguien de 90 años, pero a mi edad, ¡puff! Entonces que me queda la rebequita y el brasero… si todavía no me atrevido otra vez, pero juro que volvere
¿Qué opinais?

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