lunes, 29 de octubre de 2012

Se jodio el momento Nescafe

Desde hace unos meses, voy y vuelvo del trabajo a casa en tren. Hasta hace poco solo le encontraba ventajas: no me tengo que andar acordándome de la madre de todos los camioneros, no estoy de los nervios pensando que llego tarde, voy tranquilamente con mi libro y tardo más o menos lo mismo.

Hasta aquí todo bien, pero debido a cambios en mi sala nos metieron a otra chica que tiene que cogerse el mismo tren que yo, ¡puff!

La ida la hago sola porque además soy la única pringada que llega a su hora, pero la vuelta ya empezamos con: -¿te vienes?- y claro, no le voy a decir que paso de ir con ella, al menos no a la cara.

Yo que solo quiero ir a mi bola y con mi libro (ya somos 2 y 3 son multitud), pues me toca andar tratando de darle conversación, además es de estas persona que siempre tienen que tener razón y no entienden que otra persona tenga una percepción distinta.

Pesada: - Porque ahora con él tren tardaras más en llegar a casa –

Reina: - Pues no, tardo lo mismo –
(Explicación: salgo a las 17:30, entre que voy a la estación espero al tren, es ½ hora de viaje, busco mi coche, llego a casa llego a las 18:30, exactamente la misma hora a la que llegaría si me cogiera el coche).

Pesada: - Pues no, porque yo tardo más, pero claro es más barato –

Reina: - Pues yo te aseguro que tardo lo mismo – (ya ves tú, que ganaba yo, ni siquiera era cabezonada, tardaba lo mismo, pero solo porque soy una pija y alquile una plaza de garaje al lado, que si no tardaría el doble hasta que encontrara sitio).

Pesada: - ¡Amos! Eso es imposible, porque yo tardo más –
(No sé en qué agujero temporal se meterá, yo vivo a 7 km. de la estación y ella a unos 3 km, vale que se tiene que cruzar todo el centro y yo voy casi hasta casa por una Nacional)

El viernes la conversación se lleno de silencios y cuando llegue al coche respire aliviada: dos días sin conversación de ascensor.

Siempre está igual, a mi me da igual tener o no tener razón (miento: me encanta tener razón), hay cosas que entran dentro de la categoría “me importan un bledo” y para muestra otro botón:

Hace dos semanas me enviaron a arreglar un marrón a Praga, yo por mi encantada, me fui tal que un jueves y volví el sábado por la tarde, tuve todo el viernes/sábado por la mañana para ver Praga, pues bien me empezó a dar la brasa con:

Pesada: - Estás financiando a la empresa, porque me dicen que me vaya y yo voy pero con la pasta por adelantado-.

Reina: - Le pedí a mi empresa un adelanto, pero todavía no he podido hacer la liquidación, no creo que tengan tan mala baba de quitarme el adelanto ahora, lo dejaran para cuando preséntela liquidación del viaje-.

Pesada: - Pero es financiar a la empresa –

Reina: - Tampoco pasa nada, siendo realista me tenía que haber marchado el viernes por la tarde y no el sábado, una cosa por otra.

Se paso 10 minutos intentando que coincidiera con su punto de vista, al final le dije que sí por no seguir. Prefiero mi libro es mucho más entretenido.