lunes, 1 de abril de 2013

Por las mañanas no soy persona

Nunca he sido una persona mañanera, siempre he sido más de tarde-noche (de madrugada menos, mi hora bruja son las 4 a.m. tengo que estar durmiendo a esa hora).
 
No es algo que les pille de susto a nadie de mi familia, de hecho "Cuñi" me trajo esto de Port Aventura (no sé ve, pero da tranquilamente para un litro de café con leche):
 
 
Supongo que con esto resulta obvio es que es mejor no hablarme antes de que me tome el café, la persona que más sufría esto es "Reina Madre", aunque últimamente creo que está teniendo un caso de Alzheimer prematuro o es que ya se supone que es "tan mayor" que puede hacer lo que le dé la gana y si te jode es problema tuyo.
 
Pensaba que ya la tenia entrenada a no hablarme al menos hasta que me tome el café, pero tiene ganas de hablar y tienes que estar así:
 
 
Intentas no gritar, ni ponerte borde, responder por mono-sílabos y que no te mareen mucho, pero no, ¿para que si te pueden dar la mañana?
 
(Esta Semana Santa estaba de vacaciones, te duermes tarde y te levantas tarde. Cuando vas a la cocina por la mañana, vas con la legaña pegada, arrastrándote por el suelo).
 
Reina Madre: - ¿Qué pongo de comida? -  (ni buenos días)  
Reina: - ¡¡¡Grummm!!! -
R. M.: - Que te estoy preguntado que te apetece comer -
R.: - ¡Y yo que sé! Me acabo de levantar -  (tono irritado y la voz se ha subido tres octavas).
R. M.: - Pero algo te apetecerá -
R.: - Huevos fritos con arroz -
R. M.: - Pues estoy pensando que nos vamos al Hiperchollo y cojo marisco -
R.: - Tú misma -  (¿Para que preguntas? déjame desayunar y me dices a que hora quieres que salgamos, porque cada vez que estoy en casa la tengo que acompañar a todos sitios, sino se mosquea, a veces digo que no para que me deje en paz).
R. M.: - ¿Pero que te pasa? - dice con voz sorprendida y herida.
R.: - Que me acabo de levantar y me estas dando la murga - (por no decir me estas jodiendo y sin gusto)
R. M.: - ¿Pero sigues con tu manía de no hablar hasta el café? -
R.: - He salido a ti, Madre, he salido a ti - (tampoco hay quien la tosa hasta que se toma el café y se fuma el cigarro).
 
Podría pensarse que es algo porque se aburre si no fuera por lo que paso el sábado por la mañana:
 
Me levanto arrastrándome de la cama hasta la cocina, paso por delante del salón. Mi madre con la tele a toda pastilla, moviendo el mando de la tele como si fuera un mechero en un concierto y pegando voces.
 
R. M.: - ¡¡¡REINAAAAAAA!!!, que el mando no me funciona -
R.: - ¿Y? - (joder, Madre, no eres tan lista y tan capaz).
R. M.: - Que no sé que le pasa -
 
(Me tiro en el sillón, cojo el mando, lo abro, le saco las pilas, cojo el mando del DVD le saco las pilas, se las pongo al mando de la tele, ¡milagro! funciona, a todo esto no he dicho ni palabra)
 
R.M.: - ¿Tanto te cuesta estar simpática por la mañanas? -
R.: - ¿Tanto te cuesta no darme el coñazo hasta el café? -