jueves, 12 de marzo de 2020

Tatuajes


Hay personas a las que no les gustan los tatuajes, a mí me encantan. Los bien hechos, no esos que se quedan deformados, hechos un guiñapo, con las lineas difuminadas, mal hechos, o sin cuidados de mantenimiento.
Me gustan los tatuajes grandes, creo que me hubiera hecho uno enorme de no haber empezados con los pequeños.
Llevo la piel marcada con seis tatuajes de diferentes estilos, color y tamaño que se han convertido en un rosario de hitos o recordatorios, como el protagonista de la película Memento (la cual ni he visto, por cierto).

¿Cómo empecé a ir marcada y orgullosa de ello? Pues todo tiene una primera vez y esta es su historia: un tanto estúpida, un tanto impulsiva y muy absurda.
En mi ciudad montaron algo parecido a un festival, decían que hacían tatuajes de henna, quería hacerme uno, por ver como se veía mi piel con algo así, un garabato a boli igual valía, pero hacérmelo en la espalda necesitaba que alguien me lo hiciera (cosa que se me da fatal pedir) y me duraba una ducha, la henna al menos son 15 días.
Todavía no tenía claro que quería en mi cuerpo para siempre, quería algo con significado (que profundidad intelectual), lo llevaba dando vueltas un tiempo, la idea era hacerme uno y ninguno más.

Le arrastre en contra de su voluntad al novio (bueno, más o menos, de entrada me dijo que no, luego le gustó la idea), los de henna te los podías hacer tú, pero como ese puesto lo llevaba una empresa de estética, como fuimos los primeros mayores de edad que aparecieron nos ofrecieron uno gratis a cada uno.
El chico me escogió un tribal, que me recordaba tiempo después a un calamar borracho.

A mí los tribales ni fu, ni fa, me parecían más bonitas unas letras chinas: suerte, amor o fuerza. La frase que me soltó en tan trascendental momento para mí fue: - si lo mismo no dicen ni eso (hay varios actores que llevan tatuajes letras china, el lugar de paz y amor dice "tonelaje pesado")-.
Unos meses después mi hermano, del que nunca me lo hubiera imaginado, llevo a rastras a un estudio de tatuaje, se iba a hacer uno.
Le acompañe a hacérselo, mientras se lo hacian me dio por mirar los que había, vi un pegaso pequeñito, no sé porque se me metió en la cabeza que mi animal "totem" era el Pegaso, y salí con una cita para hacérmelo.

El "calarmardo" se convirtió en  un recordatorio no demasiado agradable de una relación que no quería recordar, aun doy gracias por no tener la mala idea de ponerme el nombre del chico. Ahorre un poco y me hice encima una flor de loto, tenía la idea de una flor de loto en negro que tapara el bicho, pero fue un desastre que quedo muy fea, hecho por una tatuadora inexperta y eso que el sitio era de confianza.
Estuve tiempo sin hacerme nada hasta que llego el brasileño me dejo. No voy a entrar en qué proceso mental entre, pero no podía salir de casa sin un colgante del Ojo de Horus, un par de veces se me olvido y al darme cuenta me daban ataques de angustia. Para no olvidármelo, adorna desde entonces mi muñeca izquierda.

Cuando pedir 23 kilos y me arregle la nariz, me sentía tan bien, que pajarito blanco se posó mi antebrazo izquierdo, otro reinicio y una oportunidad de reinvertarme.
Aproveche para cambiar el Loto enano y feo, otro más grande y colorido. Me la podía haber borrado, pero quien sé lo ha hecho dice que duele diez veces más que hacérselo y son muchas sesiones, prefiero pasarlo mal dos horas que las 20 horas que te pude llegar a durar.
Llegamos al penúltimo, leí por ahí que tener tatuajes pares trae mala suerte, estaba a un año de cambiar de década, para empezar bien ¿porque no otro? Y una libélula encontró su lugar en mi cadera derecha.
Con esto, hubiera debido ser suficiente, ya llevas 5, que realmente son 7, pero me dio por pensar: ¿porque no me hago algo con las iniciales de mis sobrinas? Pero uno discreto, no sea que sus padres se cabreen. Un tatuaje no quiere decir que las quiera más, ni nada por el estilo, pero es un compromiso de que siempre las querré, a pesar de que mi hermana no se habla ni con mi madre, ni con mi hermano, en el costado izquierdo (reconozco que hay que buscarlas) tres estrellas de seis puntas con las letras P, N y B en color blanco, solo se me van a ver en bikini en versión para todos los públicos.
He contado 6, habrá que hacerse el 7 ó 9 depende de si cuentas los dos covers que llevo.Dándole a la pelota, estoy por hacerme una corona y poner debajo "Reina del Psicodrama", ¿qué quiere decir? En este momento aparte del título de este blog, es un recordatorio que a veces una "nada" es un "algo" y un "algo puede perfectamente significar "nada".

*ACTUALIZACIÓN*

Ayer me dio por ahí y me acerque a pedir cita para hacermelo, tenian hueco y sali con el puesto. A Reina Madre no le gusta nada, lo de las letras no le gusta, pero ya esta hecho, como todo se acostumbrara.

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