viernes, 3 de junio de 2011

No voy de boda

Cuando tienes padres divorciados (hablo de los divorcios de "antes"), normalmente solías perder a una parte de abuel@s, tí@s y primo@s.

En mi caso, yo perdí a todo mi lado paterno, la última vez que hable con mi abuela por teléfono creo que hace unos diez o doce años  y del resto les vi en persona a los dos hermanos de mi padre y a una de mis primas en la boda de mi hermana (pero no os creáis que hablamos más de "hola, ¿qué tal?"), como el mismo tiempo mes arriba, mes abajo.

No voy a decir que fuera culpa de nadie, pero cuando el divorcio no mostraron mayor interés por nosotros.

Hace un mes me llego a casa la invitación a la boda de una de mis primas paternas, le pedí a mi hermano que le dijera a mi prima que tenía un compromiso ineludible ese mismo día y que me era imposible ir, y borré de mi cabeza el asunto.

Ayer sonó el fijo de casa y no le hice caso (muy poca gente me llama a casa), cuando mi madre me gritó: -Es para ti-
-¿Si?-
-Hola, soy Lar-
-Perdona, creo que te has equivocado-
-Si, Lar tu prima-
-No te conozco- cuando dije esto caí en quien era, pero ya me pareció que quedaba peor, si me pinchan en ese momento, no me sacan sangre, opte por seguir en esa linea de no te conozco, no sé quien eres.
-Que sí, la hermana de Laurel-
-Creo que te está equivocando-
-Que...-

Ahí ya colgué, lo cierto es que reaccione de pena, hable con mi hermano y le pregunté porque no le había dicho que no podía ir, a lo que me respondió: -no me pagas por ser tu secretario-, claro que me lo podía haber dicho antes y le hubiera mandado un mail.

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