Regalos Chorras

Siempre me ha gustado más comprar regalos que recibirlos.

Me gusta mucho imaginarme la cara de quien lo reciba, pasarme meses imaginando que comprar, mirando 1.000 tiendas (que no me gusta ni nada una tienda), los nervios de: "le gustara, no le gustara" cuando se lo has dado, verles abrir los regalos y que te aseguren que les encanta porque siempre te queda ese puntito de "haber si nos les gusta y se hacen los educados".

Marido de Cuñi sabe que mi cumpleaños no me gusta mucho (es más deseo emigrar a Australia), cae muy cerca de Navidades que es cuando Rey Padre montaba las broncas y se ha quedado como tradición familiar y para mi cumpleaños o los Emperadores del Drama no nos hablan o Marido de Cuñi o  o yo ya que estamos no nos hablamos entre ellos, o nos hablamos pero para tensión es irrespirable.

Marido de Cuñi me hace 2 regalos por mi cumpleaños: el oficial que lo paga Reina Madre hace como si hubiera participado y otro en Junio, no preguntéis porque no tengo ni idea, el año pasado fue un smartphone.

Este año un día que vino de visita había un catalogo de una tienda de chismes eléctricos y me dijo que me ponía 75 € para un smartphone nuevo, le dije que no porque con el mio tengo de sobra.

Se me olvido ya del todo el tema del regalo cuando aparece ayer con esto:

Y todo porque 3 veces que ha entrado en mi baño se ha encontrado con el rollo encima de las cisterna, porque el fontanero torea a mi madre y lleva 6 meses para arreglarme la cisterna y el portarollos que tengo cuando cierro la llave de paso de la cisterna le pego unas leches que lo he tenido que desmontar.

 

Con lo fácil que es comprar un libro.