martes, 7 de mayo de 2013

Marathon Day

Tenía esta entrada pendiente desde el día de la Maratón, entra dentro de “Cosas que solo me pasan a mí”, pero como dijo el Destripador: “vayamos por partes(y antecedentes).


La mayor parte de mis amigos residen en Madrid, pero todos tienen dos manías horribles:


1ª Quedar siempre en Madrid (gracias por nada).


2ª Decirte una dirección y esperar que sepas donde está (no les ha calado que no tengo tarifa de datos, el Navigator y yo somos desconocidos, no sé qué me pasa en Madrid que es la única ciudad del mundo en la que me pierdo, de momento).


El día de la famosa Maraton (no voy a entrar en temas de organización, el único deporte que hago son mis clases de danza oriental y ya) Gemma nos quería presentar al chico por el cual lleva 4 meses suspirando que iba a participar en los 10 km.


Acepte encantada, quedamos que las 9 es muy mala hora para quedar un domingo. Lo cambiamos para las 11 que era como más normal en el Retiro.


Llego a Retiro, tan feliz en mi metro pensando que me los iba a encontrar en la puerta (más o menos, no nos habíamos puesto de acuerdo en que salida), pues no msm diciendo: “Chiqui, que estamos en una terraza cubierta. Metro Menéndez Pelayo”, los dioses que solté debieron de oírlos hasta los corredores de Casa de Campo.


Miro el plano del metro y veo que tengo que dar una vuelta que ni Willy Fogg.



(Añade que es domingo que hay menos metros, que puedes estar esperando tu buenos 15 minutos)


Voy andando en dirección a la calle Menéndez Pelayo (el metro y la calle no se corresponden, no me entere con el mapa y están en puntas distintas del Retiro que es un parque muy “pequeño”), pregunto a un señor mayor, que no sabía ni que existía una boca de metro llamada Menéndez Pelayo (a todo esto mi nivel de mala uva iba en escalada), llego al metro Ibiza a punto de darme la vuelta y volverme a casa. Llamo a Gemma:


Reina: -Gemma, ¿donde dices que estais?–
Gemma: -Vuélvete a meter en el parque, que estamos donde la meta– 
R.: -Vale, voy a ver por dónde me puedo meter–


Me meto por el parque, llego por donde la carrera, todo alrededor vallado, voy andando perpendicular a la vallita, no hay forma de cruzar y me empiezo a oler que están al otro lado, al final (siempre hay algún alma caritativa) me confirma un segurata que la meta está más abajo y para cruzar que vete tú a saber donde se puede.


Me volví a hacer todo el caminito en dirección contraria hasta que ya en la Puerta de Alcala logre colarme entre los corredores y cruzar.


Cuando encontré a Gemma y maromo (más amigos del maromo) de las 11 que habíamos quedado aparecí a las 12:30 y encima con coñas sobre lo tardona que soy, ¿qué más les daba quedarse quietecitos en un sitio?

6 comentarios:

  1. yo a la primera vez que cambian de sitio así de repente, me hubiera vuelto a mi casa.

    Así me las gasto yo!

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    1. Ganas me dieron de largarme, pero ya llevaba un rato andando y tenia ganas de verla (a ella, al maromo no)

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  2. ¡¡He vuelto!! Tengo que ponerme al día contigo y algunos posts, pero no tengo tiempo :(

    Gracias por comentarme, me animó mucho.

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    1. Ya te he comentado en tu entrada, pero lo cierto es que me encanta saber de tí.
      Cuidate mucho.

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  3. ajajaja... parece que estas cosas pasan entre todos los grupos de amigos que conozco...

    Besos!

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    1. Es un clasico y no deberia de sorprenderme, pero: "Yo nunca lo haria"

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